REFUGIADOS

'Llevando sonrisas' al Campo de Refugiados de Katsikas, Grecia

Los burgaleses, Alvaro Herrero y Silvia García han cambiado sus "tradicionales vacaciones" por una experiencia que no olvidarán nunca. Gracias a la ONG Pangea Solidaria y su proyecto 'Giving Smiles' estos dos voluntarios han podido aportar su granito de arena en un voluntariado dedicado a los más pequeños en el campo de refugiados de Katsikas, Grecia.

Jimena González Bermejo
26/08/2016 - 23:51h.

Alvaro Herrero y Silvia García en el Campo de Refugiados de Katsikas
Alvaro Herrero y Silvia García en el Campo de Refugiados de Katsikas

"Humana y Necesaria", así definen Álvaro Herrero y Silvia García su experiencia como voluntarios en el campo de refugiados de Katsikas, Grecia. "Detrás de los números hay personas", para Álvaro Herrero, su estancia en el campo ha sido algo humano, ya que según él, entras en contacto con personas que han vivido situaciones traumáticas y no viven con las condiciones mínimas, en su caso, el afirma que "hay que dejarse tocar por la realidad en la que vivimos". Por su parte, Silvia siempre había tenido en mente hacer un programa de voluntariado, ella explica que es algo necesario y añade que "vivimos en nuestra realidad distorsionada, aquello es la realidad del mundo".

¿Cómo organizaron el viaje?

Desde el primer momento, la intención de Álvaro y Silvia era aportar su granito de arena. Ellos buscaban un proyecto específico y a tiempo completo, su mayor preferencia eran los niños, ya que colaboran desde hace dos años en el Centro de Día de Apoyo al Menor de Caritas Burgos, aunque estaban dispuestos a ayudar en todo lo necesario, sin importar las tareas que les asignasen.

"Una experiencia que hay que vivir personalmente, hay actitudes que te cambian al conocer esas realidades"

El trabajo para organizar el viaje fue de lo más costoso. Teniendo en cuenta sus preferencias, contactaron con diversas ONG tanto españolas como extranjeras, al final, tras muchos intentos, conocieron el proyecto "Giving Smiles" de Pangea Solidaria , ONG Castellana y Leonesa. Este proyecto continuará en ese campo de refugiados hasta octubre y todavía recibe donativos.

Ellos buscaron los vuelos, y la organización les proporcionó el alojamiento. Unas facilidades que otras organizaciones no presentaban, ya que según aseguraba Silvia, "muchas de ellas te pedían un año de estancia y saber árabe, es bueno que hagan selección pero no que pongan tantas trabas".

"Lo ideal es ir con un viaje organizado, así te implicas y sabes que el tiempo que estás allí lo vas a aprovechar al máximo", Álvaro explica que hay muchas cosas que hacer allí, y que la organización es una organizada con la mejor voluntad de las ONG, pero que estaría bien sacar un mejor partido.

Enamorados de Grecia y de la labor social

Campo de refugiados de Katsikas, Grecia
Campo de refugiados de Katsikas, Grecia

Los dos muestran su gran pasión por el país Griego, ya que tuvieron la oportunidad de conocer este con anterioridad, razón de peso por la que escogieron este destino para su voluntariado. Ambos destacan que a pesar de la situación económica que vive Grecia han estado dispuestos a acoger a estas personas que huyen de la guerra de sus países.

"Nosotros tenemos estas inquietudes, una experiencia de este tipo y más en pareja hace que compartas momentos muy intensos", añade Álvaro, cuyo objetivo era dar una respuesta a esta catastrófica situación. Silvia destaca que no cambia estos quince días por ningún destino del mundo.

Un granito de arena

Voluntarios con los niños de la guardería en el campo de refugiados de Katsikas,
Voluntarios con los niños de la guardería en el campo de refugiados de Katsikas,

Por su parte los niños viven inmersos en esa realidad, sin embargo ellos no son plenamente conscientes de la misma. Silvia explica que estos niños únicamente han conocido la guerra, no han visto un antes y un después. "Los niños tienen ilusión, se alegran, ríen y juegan", a pesar de ello hay niños que tienen grandes cargas psicológicas.

La principal expectativa de estos voluntarios era aportar su granito de arena con estos menores. Enseñarles disciplina que les pueda ayudar en un futuro a insertarse en la comunidad europea. Su finalidad era brindarles la mano y ayudarles en todo. "Aportas mucho más de lo que nosotros vemos", ellos afirman que su ayuda queda ahí.

Sin dudarlo un segundo, a la pregunta de ¿volveríais? no se lo pensaron ni un momento. Ellos temen el invierno, las bajadas de temperaturas, la llegada de pocos voluntarios, son aspectos que están por llegar, ya que la época de verano es un periodo más favorable. Por ello es tan importante, consideran, que los integrantes del campo adquieran diversas responsabilidades para seguir adelante.

El tiempo en un campo de refugiados

Cartel que se encuentra a la entrada del campo de refugiados
Cartel que se encuentra a la entrada del campo de refugiados "La vida paró cuando entramos en el campo de refugiados de Katsikas"

Ambos cuentan que hay una frase impactante que define el estado en el que se encuentran todas estas personas que tienen condición de refugiados. Su vida se encuentra en pausa, pero sin embargo el tiempo va corriendo. "La vida se paró cuando entramos en el campo de Katsikas", el 19 de marzo de 2016 a las 11:15 horas, momento en el que abrió sus puertas el campo de Katsikas, que recibió en torno a mil refugiados. Esta es la frase que los propios refugiados han escrito en un reloj que han colocado con la hora fija en las 11:15 en el centro del campo de refugiados.

El tiempo para los voluntarios es algo paradójico. "En mi caso es un poco contradictorio, los días pasan muy lentos, sin embargo el día a día con los niños pasa rápido", Silvia cuenta que los días eran muy intensos y que al irse tenía presente sentimientos encontrados, ya que por una parte tenía ganas de quedarse, pero también de volver.

¿Qué va a ser de mí? ¿Voy a tener que empezar desde cero? ¿Voy a tener que aprender otros idiomas?, estas son algunas de las preguntas que pasan por la cabeza de decenas de miles de refugiados que huyen de sus países y empiezan su vida desde cero, ya que son muchos los casos de personas que estaban construyendo su futuro, y que ahora mismo es muy incierto.

Ayuda psicológica: Una necesidad básica no atendida

La mayoría de estos refugiados tienen grandes cargas emocionales y psicológicas, algo que no se les está prestando es una ayuda psicológica, algo necesario en gran cantidad de casos. Son múltiples las penurias que sufren, Álvaro narraba el testimonio desgarrador de una voluntaria de Proactiva, "un padre estaba en una barca que se estaba hundiendo y rápidamente le pasó su bebe para salvarle, a una chica a la que no conocía de nada y con la que sólo había intercambiado una mirada". Por eso mismo, reclaman, como las grandes organizaciones, el establecimiento de lo que se denomina como corredores humanitarios, para que los solicitantes de asilo puedan llegar a Europa en condiciones favorables, evitando penurias añadidas.

Campo de refugiados de Katsikas
Campo de refugiados de Katsikas

En conclusión...

Detrás de la palabra refugiados hay mujeres y hombres valientes, los cuales no tienen otra opción a elegir que dejar a sus familias, sus hogares, sus trabajos, en muchos casos llegan solos o no llegan, sin ninguna ayuda y que tienen que luchar por sobrevivir. Por lo que hay que pararse a pensar...¿que pasaría si nos tocase a nosotros?,  tomemos conciencia de la realidad del mundo en que vivimos y aportemos como Álvaro y Silvia nuestro pequeño o gran granito de arena.


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