Las ausencias de Huskic y Gibson se notaron, pero menos de lo esperado, y el San Pablo plantó cara hasta el final en un partido muy intenso. El trabajo colectivo y la afición hicieron que el partido se disfrutase mucho, a pesar de la derrota.
Derrota con la cabeza muy alta. El San Pablo Inmobiliaria cedió ante una de las mejores plantillas de la competición, tras plantarla cara durante los cuarenta minutos. El logro fue hacerlo sin pívots y ante jugadores como Geramipoor o Steinbrook. Los burgaleses estuvieron de notable alto, rozando el sobresaliente, pero no fue suficiente para superar a los celestes.
La igualdad fue la tónica predominante durante todo el partido, de hecho, hasta el último cuarto no se vio una ventaja mayor de cinco puntos (66-73). Y aunque la dinámica de los dirigidos por Natxo Lezcano era mejor, el San Pablo Inmobiliaria tiró de casta para no perder la cara al partido en la recta final y consiguió ponerse con un 77 a 80 en el marcador, que obligó a Cafés Candelas Breogán mantener el pulso hasta el final.
El reto mayúsculo del San Pablo Inmobiliaria arrancaba con un quinteto en el que partían de inicio Jorge García y Javi Vega, para suplir las bajas de los pívots Percy Gibson y Goran Huskic. La defensa zonal practicada por los burgaleses desde la segunda jugada del partido ayudó a frenar la proyección anotadora de un Cafés Candelas Breogán que llegaba con un promedio de 86 puntos. Así, con siete minutos de partido consumidos, el conjunto local conservaba intactas sus opciones, con 9-9 en el marcador y sin la temida carga de faltas de sus interiores. Entonces, el acierto exterior de Jorge García, Aegir Steinarsson y Álex López dio una pequeña ventaja al San Pablo Inmobiliaria (18-14). Pero Breogán volvió a la carga tras un tiempo muerto de Natxo Lezcano y el primer cuarto se cerró con un igualado 21-19.
El segundo periodo redujo el ritmo anotador, aunque los lucenses estuvieron algo más acertados y consiguieron dar la vuelta al luminoso (21-24). Pero el enorme esfuerzo de la parroquia burgalesa hizo que rápidamente se enganchasen al conjunto celeste (35-36), contrarrestando, incluso dos triples consecutivos de Salva Arco. No cabía duda de que el San Pablo mantendría el tipo, llegando al descanso con un marcador de 39 a 42.
Presión y más presión en el inicio del tercer cuarto. Ambos equipos, con las espadas en alto, no se guardaban nada. Los locales, sacando un rendimiento máximo de sus ocho jugadores profesionales, consiguió levantar a un público entregado. Sólo así pudieron dar la vuelta al marcador y seguir prolongando las opciones de victoria (61-59). Lezcano paró el partido, pues sus hombres no encontraban resquicios en la zona de los locales, más allá del tiro desde el perímetro, lo que no les estaba aportando puntos. Pero, de nuevo, el juego de sus pívots, superior al local, les aportó una bolsa de puntos que llevaron a un cambio de dominador (64-67).
En el último periodo estaba todo por decidir, pero la salida de Cafés Candelas Breogán, en el inicio del cuarto decisivo, hizo que la incógnita comenzase a despejarse. El parcial de 2 a 6 llevó a 'Epi' a solicitar un temprano tiempo muerto (66-73). De poco sirvió, los lucenses estaban lanzados y construyeron una barrera de doce puntos (68-80). Pero la casta del equipo burgalés les llevó a marcar un parcial de 9-0 y reavivar la llama del partido (77-80). El apoyo de la grada fue clave para creer en una remontada que no llegó a materializarse y el San Pablo cedió en un partido casi sobresaliente (83-92).
La próxima jornada se celebrará el próximo sábado 14 de enero a las 20.15 horas en el Polideportivo Pumarín, ante Unión Financiera Baloncesto Oviedo.
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