Cristina Gutiérrez se sobrepone a un problema técnico y sigue adelante

Redacción BurgosNoticias 
11/01/2017 - 10:00h.

La octava etapa del Dakar transcurrió este martes entre Uyuni, en Bolivia, y Salta, en Argentina, con una distancia inicial de 892 kilómetros. Después de más de siete horas de conducción, todavía en altura y con varios pasos de dunas, Cristina Gutiérrez completó la especial en la 52ª posición, a 3h 12'56" del vencedor, Sébastien Loeb. La piloto burgalesa rodaba "a buen ritmo", hasta que se rajó el colector de escape y tuvo que recorrer los últimos 100 kilómetros a 50 km/h. Ha perdido tiempo, pero lo esencial es que, una vez más, la piloto de DKR Raid Service ha llevado el Mitsubishi a la meta.

El recorrido cronometrado, de 492 kilómetros, constaba de dos partes, con un tramo neutralizado de 75 km para sortear la crecida de un río en la frontera entre Bolivia y Argentina. "Había mucha agua. Por el cañón bajaban ríos, y además llovía. Para no tener problemas, íbamos en segunda marcha e intentando no salpicar mucho", explica.

Con todo, la joven odontóloga disfrutó del recorrido. "La etapa ha sido muy bonita, con pistas rápidas, aunque la última parte la hemos hecho de noche. Llevábamos un buen ritmo hasta que ha sucedido esto; son cosas que pasan, y lo importante es haber llegado hasta el final", añade. Con todo, Cristina destacó que el Mitsubishi había ido "perfecto" durante las dos jornadas de la etapa maratón, sin asistencia entre ambas.

Una vez completada la especial, Cristina conoció la noticia de que la organización había decidido suspender la etapa del miércoles para poder reagrupar la caravana, después de que un desprendimiento de tierras en la población de Volcán cortara la carretera hacia Salta. "En este Dakar está pasando de todo, pero ahora la prioridad es apoyar a la población en la medida de lo posible", confiesa.