La ciudad amurallada se ha convertido en un referente turístico, donde los visitantes disfrutan de una rica gastronomía tras un día de turismo por la ciudad. El Chuletón de ternera, las Yemas de Santa Teresa o el Cocido Morañego son algunos de los platos más típicos de este territorio.
Ávila es la ciudad más alta de España, ubicada en un promontorio rocoso de 1.131 m de altitud. Por ello, no nos extraña que los abulenses afrontaran el frío invierno con una gastronomía con un alto contenido calórico.
Actualmente los inviernos se han suavizado pero de aquellos tiempos nos quedan platos típicos de la provincia de Ávila. Así, los turistas que se acercan por este territorio no dudan en hacer una parada para degustar el Chuletón de Avileña Negra Ibérica. Para su elaboración es importante poner la parrilla con el chuletón a unos 20 centímetros de las brasas y ponerle la sal una vez se saque a la mesa.
Los amantes de la cuchara no pueden dejar de probar el Cocido Morañego, un plato típico elaborado con garbanzos, carne de cordero, chorizo, huevo, ajo y pan. Es tradicional realizarlo en una olla de barro a fuego lento durante varias horas.
Y para los más golosos Ávila ofrece una amplia variedad de dulces entre los que destacan las Yemas de Santa Teresa, unas pequeñas bolitas naranjas hechas con yema de huevo y azúcar. Este postre se ha convertido en un souvenir que los turistas compran como recuerdo de un viaje inolvidable a la provincia abulense.
Además, las deliciosas tapas de Las Navas del Marqués, el exquisito vino de Cebreros, la ternera a la brasa de Piedralavés o las migas con torreznos de Arenas de San Pedro son algunos de los platos típicos que también pueden degustarse a lo largo de la provincia.