Tras la celebración multitudinaria de la Jira del Curpillos en el Parque de La Quinta, que ha gustado y mucho por regla general a los burgaleses, los servicios de limpieza del Ayuntamiento han tomado el testigo para proceder a las labores de limpieza de La Quinta.
Aunque en los días previos se había hecho un llamamiento a los ciudadanos para que utilizaran los contenedores con el fin de depositar allí los residuos y la basura generada, ha sido inevitable encontrar en el suelo restos de botellas, platos, vasos, plásticos, papeles y otros desechos que ha dejado la fiesta más popular de la ciudad.
En unas horas, el Paseo de la Quinta estará completamente limpio y como si nada hubiera pasado. Veremos si el próximo año vuelve a celebrarse allí el Curpillos o regresa al Parral, si es que por entonces, han acabado las obras.