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El Comité de Sanidad y Familia de Burgos denuncia falta de personal en la atención a las personas de las residencias
La calidad del servicio en las residencias de Burgos está deteriorado por la falta de personal, según denuncia el Comité de Sanidad y Familia de Burgos. La situación es especialmente sangrante en la residencia de Fuentes Blancas, donde, con 24 plazas libres, hay una ingente lista de espera. La nueva Ley de Residencias agudiza esta situación de falta de personal.
08/08/2024 - 12:15h.
La Gerencia de Servicios Sociales está realizando una "grave" dejación de funciones al no cubrir las plazas de personal TAD (Técnico de Atención Directa) en las residencias de Burgos, lo que repercute directamente en la calidad del servicio prestado a los mayores y a las personas con discapacidad intelectual, según ha denunciado el Comité de Sanidad y Familia de la ciudad.
Su presidenta, Ana María Marañón, ha evidenciado la mala calidad que se está prestando a los usuarios de la Gerencia de Servicios Sociales por la falta de personal. Esta situación viene siendo redundante en los últimos años en la época de verano, pero declara que "ha llegado a un punto en el que es insostenible", donde el caso más sangrante se vive en la residencia de Fuentes Blancas.
En este centro asistencial hay nueve bajas y una plaza vacante que siguen sin cubrir, y dos trabajadores con permisos. Sostiene Marañón que le han hecho llegar esta situación tanto a la Gerencia Territorial de Burgos como a la de la vecina Valladolid, sin recibir respuesta alguna por su parte, únicamente alegando que no hay personas suficientes en la bolsa de trabajo.
En la jornada de este jueves la residencia de Fuentes Blancas ha cerrado una unidad de convivencia, el módulo H que prestaba servicio a 14 usuarios, trasladando a dichas personas a las plazas libres que hay en el centro y provocando que el personal sea utilizado de "comodín"; es decir, cambiando constantemente de ubicación y funciones.
Las consecuencias del cierre de módulos y la sobrecarga de trabajo asistencial provoca un "maltrato" a aquellas personas que prestan sus servicios, que repercute de forma negativa en la calidad prestada, que "deja mucho que desear". Asimismo, el Comité asegura que la falta de personal supone que se trabaje en muchas ocasiones bajo mínimos, especialmente en periodo estival.
Denuncian, de igual manera, que los puestos vacantes se cubren de siete a diez días después de que el trabajador pida la baja, resultado de que la Gerencia de Servicios Sociales pida las sustituciones la última (por detrás del Ecyl) y de que no haya gente suficiente en la bolsa de trabajo, sumado a que los contratos de trabajo que se ofrecen desde las residencias no son atractivos y muy lentos, donde se pueden demorar hasta una semana.
Sonia Tellez manifiesta que la residencia de Fuentes Blancas es una de las menos deseadas por el personal, a la par que exige a la Junta que se realicen llamamientos a las personas de la bolsa para cubrir los puestos vacantes.
El Comité asevera que las residencias siguen en pie funcionando gracias a los trabajadores y espera que esta situación se revierta, a riesgo de que siga afectando directamente a los usuarios.