Los ópticos de Burgos piden su inclusión en la sanidad pública

Leire Campos Rubio
13/06/2023 - 17:00h.

Entre los aspectos positivos que destacan de esta posible inclusión está una mejora en la atención al paciente, minimizando costes y optimizando la personalización, reduciendo las listas de espera y, en consecuencia, aumentando la salud óptica de la población.

El colegio de Ópticos Optometristas de Castilla y León (COOCYL) está impulsando una operación de concienciación social cuyo propósito es conseguir la integración de estos profesionales sanitarios en la sanidad pública de la comunidad, que supondría un importante progreso en la salud visual de la población y una considerable rebaja de las listas de espera en Oftalmología, ya que, según el Gobierno de la comunidad, en marzo de este año hubo un incremento del 63% con respecto al año anterior, situándose en 52.296 personas en demora.

El lema escogido reza "Ópticos en SACYL. Por la inclusión de los ópticos-optometristas en la sanidad pública de Castilla y León". Apoyándose en esta consigna, el COOCYL explica las ventajas de su introducción en el sistema sanitario, que aparte de acarrear todos los beneficios citados anteriormente, significaría un importe ahorro para las arcas públicas de la región.

Esta petición no es nueva: en la actualidad, los ópticos-optometristas tienen cabida en el sistema sanitario de once comunidades autónomas. Comunidad Valenciana, País Vasco, Navarra, Murcia, Madrid, La Rioja, Extremadura, Cataluña, Baleares, Aragón y Andalucía tienen cerca de 400 profesionales de este sector en sus filas. No obstante, no es la primera vez que Castilla y León defiende el carácter profesional sanitario de los ópticos-optometristas, ya que en el año 2004 se reconoció junto a Navarra dicha categoría, aunque no llegara a implantarse a término.

Por otro lado, el informe sobre la 'Ampliación de cartera de servicios en salud visual: una aproximación de evaluación económica' comprende que la implantación de los ópticos-optometristas en el sistema de salud redundaría en una importante economización, pues actualmente los costes que suponen las derivaciones desde Atención Primaria, solo por problemas de agudeza visual, sobrepasan los tres millones y medio de euros, frente a los casi dos millones que se invertirían en la creación y mantenimiento de las 31 unidades de optometría que se podrían y deberían implantar en Castilla y León (15 destinada al área de pediatría y 16 para adultos).

Grado en Óptica y Optometría en Castilla y León y servicio esencial

La comunidad tiene la vicisitud de ofertar estudios de óptica y optometría en la Universidad de Valladolid (Uva), por lo que su práctica, más que consolidada tras 27 años de experiencia y con altos índices de empleabilidad, sería una buena baza para optar a la implantación de esta rama de la ciencia en la sanidad pública.

Asimismo, el 70% de la población se revisa la vista regularmente, y el 85% estaría dispuesta a ser atendida por un óptico-optometrista, en lugar de ser derivados por su médico de cabecera a un oftalmólogo. Por lo tanto, el 83% de los castellanoleoneses cree que es esencial considerar a estos profesionales en la atención primaria.

Desde COOCYL están a la espera de citarse con la Consejería de Sanidad para ir trabajando en la inserción de los ópticos-optometristas y lograr su establecimiento en el sistema sanitario de Castilla y León.

#ÓpticosEnSacyl

La campaña de sensibilización, que se inició el viernes 26 de mayo, facilita toda la información relativa en la web de COOCYL. De igual forma, la operación también se ha trasladado al terreno de las redes sociales, donde irá acompañada del hashtag #ÓpticosEnSacyl.

Al respecto, el delegado en Burgos de COOCYL, Alejo Ruiz, ha sido claro y conciso, alegando que lo primordial es la salud visual de los ciudadanos, por lo que ha defendido su colaboración con el área de Oftalmología, con el objetivo de ofrecer la mejor cobertura posible a los pacientes. Normalmente, ha explicado, se tiende a creer que ambas profesiones son opuestas. Sin embargo, nada más lejos de la realidad: llevan años rogando la colaboración entre ambas facetas, especialmente desde que se han ido sumando comunidades autónomas a esta integración. Ruiz ha valorado que pueden reducir el apremio de las listas de espera, facilitando una atención especializada y mejorando la capacidad diagnostica del servicio de oftalmología, aunque en este ámbito no de manera directa, puesto que es competencia de los oftalmólogos.

Por desgracia, ha manifestado el delegado de COOCYL en Burgos, la pandemia ha causado estragos importantes en el área de visión, especialmente la agudeza visual, que se ha visto mermada tanto en jóvenes como en adultos como consecuencia del uso abusivo de las pantallas. En el caso de las personas mayores, la presión asistencial provocó que algunos problemas ópticos no pudieran ser detectados.

En vista de las largas listas de espera, ha señalado Ruiz, hay patologías que necesitan de una intervención urgente que, con un diagnóstico rápido, facilitado a través de la descarga de casos que tienen que ver con temas de agudeza visual que solucionarían los optometristas, se podrían solventar de manera mucho más eficiente. Si los ópticos-optometristas se incluyeran dentro del sistema sanitario las derivaciones a oftalmología para las patologías crónicas estarían más controladas y aquellas otras patologías urgentes llegarían al servicio mucho más rápidamente y por tanto con una mayor expectativa de poder ser solucionadas.