La pieza romana procede de Clunia, está datada en el siglo II y ha sido escogida para destacar como pieza del mes durante octubre. Los restos de San Román, iglesia ya desaparecida y ubicada en Burgos, acaban de ser restaurados en el Museo y se exponen a la entrada del mismo.
El Museo de la Junta de la capital burgalesa muestra, durante el mes de octubre, dos piezas destacadas de su colección: el epitafio de Lucio Valerio Marciano y una clave de bóveda de la iglesia de San Román. Ambas obras se situarán en la planta baja, al principio de la exposición, para poder ser contempladas por los visitantes y curiosos durante su horario habitual: de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 horas.
La obra del Museo destacada como pieza del mes es un epitafio, el que los padres de Lucio Valerio Marciano dedicaron a su hijo cuando falleció con 29 años. Esta piedra caliza tallada está datada en el siglo II, y tiene unas dimensiones de 96x47x30 centímetros. La inscripción que se puede leer en ella, traducida, sería: "A los dioses manes. Marco Valerio Paterno Vatrico y Valeria Titula a su hijo afectuosísimo Lucio Valerio Marciano, de la tribu Galeria, de 29 años".
Este epitafio, destacado por su gran tamaño y cuidada ejecución, procede de Coruña del Conde, a donde se había trasladado tras su hallazgo en la ciudad romana de Clunia. Asimismo, la inscripción, grabada en letras capitales, es uno de los ejemplos de epigrafía romana más destacados de los que conserva el Museo de Burgos.
A la hora de realizarlo, el escultor que homenajeó a Lucio Valerio Marciano a petición de sus padres jugó con las dimensiones de las letras para destacar las partes más importantes. Además de la leyenda, el cipo funerario de Clunia presenta una abundante decoración esculpida que cubre sus cuatro caras, las que, originalmente, estaban policromadas de colores brillantes. Sin embargo, estos adornos no han sobrevivido al paso del tiempo.
La otra pieza destacada por el Museo de Burgos en este mes de octubre es una parte de una bóveda de la desaparecida iglesia de San Román. Esta parroquia se ubicaba en los barrios altos de la capital burgalesa, pero fue destruida en 1812, junto con otras edificaciones religiosas de la ciudad, durante la Guerra de la Independencia.
Recuperar partes de la iglesia de San Román ha permitido conocer información acerca del templo, su estructura, fases de construcción y su ornamentación. Entre los elementos rescatados se encuentra esta clave de bóveda, tallada en piedra caliza, que está datada entre 1480 y 1500. Asimismo, esta pieza conserva una excelente policromía, restaurada en el Museo de Burgos, y de la que sobresalen los colores rojo, azul y negro, además del dorado, que conserva parte de su brillo original.
Esta pieza pertenecía a la capilla de la familia Quintanadueñas, que se situaba al norte de la iglesia, en la nave del Evangelio. En su medallón se encuentran formas tardogóticas y, además, contiene la representación en relieve, con todo lujo de detalles, de un ángel que simboliza al evangelista San Mateo.
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