En un Estadio Ciudad de Valencia engalanado para la ocasión y ante más de 12.000 aficionados el Recoletas Burgos-Caja Rural ha levantado su primera Copa de S.M. El Rey.
La nonagésimo primera edición del torneo del K.O., ha dejado un nuevo campeón, que levantó el trofeo por la mínima ante el todocampeón de la última década. Los burgaleses superaron a los hombres del VRAC Quesos Entrepinares 19-20, en una segunda parte con muchísima emoción y se cobran así la revancha de las últimas finales de Copa y Liga.
El partido comenzó con claro dominio de la posesión y territorialidad para los hombres del Recoletas Burgos-Caja Rural. Con prácticamente sólo dos minutos disputados llegaba la primera ocasión de puntos, tras dos golpes consecutivos de los vallisoletanos, uno en la melé y otro por placaje alto, pero la pierna de Carrió mandaba el oval a la derecha de los palos. A pesar de que los de José García seguían llevando la batuta, un par de minutos más tarde los suyos decidían patear recién concluida una ventaja de adelantado. La patada era taponada por Arnau Andrés y Martiniano Cian aprovechaba la ocasión para marcharse bajo palos e inaugurar el luminoso con el primer tanto para los suyos, convertido por Baltazar Taibo.
Las indisciplinas continuaba acumulándose en el lado de los de Diego Merino, y tras mandar primero un golpe a touch sin suerte, una fase en la que los gualdinegros no tuvieron mucha fortuna en la primera mitad, Carrió volvía a mirar a palos esta vez con acierto para recortar la distancia en el marcador.
Los hombres del Recoletas Burgos-Caja Rural seguían monopolizando el juego, pero cada vez que los vallisoletanos se hacían con el oval el peligro podía olerse. Uno y otro conjunto se quedaron a pocos metros de visitar de nuevo la línea de puntos rival pero las defensas, que fueron realmente las protagonistas de estos primeros 40 minutos, les dejaban sin premio una y otra vez. A pocos segundos del final de la primera mitad VRAC se hacía fuerte con su segunda marca, Tiaki Fiabish mediante, tras un certero pick and go que llevaban cocinando varios minutos los delanteros. Con el parcial de 14-3 a favor de los capitaneados por Kalo Gavidi, unos se marchaban satisfechos al vestuario, otros con la ilusión de darle la vuelta al encuentro.
La segunda mitad comenzó prácticamente como la primera, con un golpe de castigo para los burgaleses, pero esta vez sí, pasado a palos por Carrió para acortar la distancia en el marcador. A medida que pasaba el tiempo la tensión iba en aumento entre ambos conjuntos, hasta que Pablo Miejimolle rescatando un balón de la touch colocaba un certero balón largo y plano que conectaba con Álex Alonso. El mago se quedaba a pocos centímetros de la línea de marca, para que finalmente el apertura Arthur Lennon posase el tercero para los vallisoletanos, aumentando la distancia hasta lo que parecía un seguro 19-6.
Llegados a la medular de la segunda mitad, el capitán del VRAC, Kalokalo Gavidi veía como la acumulación de indisciplinas le costaba la primera cartulina amarilla, ocasión que los burgaleses aprovechaban para montar un imparable maul, que tras la revisión de la Jen Lee, juez de TMO, se convertía en su primer posado del encuentro. Con los burgaleses recortando terreno Mauro Perotti veía otra cartulina amarilla, y los suyos quedaban reducidos a 13 integrantes sobre el terreno de juego.
Los de José García tuvieron varias oportunidades francas de ensayo, pero no fue hasta que sólo mediaban 7 para el final cuando de nuevo un poderosísimo maul les catapultaba nuevamente hacia la línea de ensayo, defendido de forma anti reglamentaria por los vallisoletanos, lo que les costaba el ensayo de castigo y su tercera cartulina amarilla, en esta ocasión para Martiniano Cian. Los hombres del Recoletas Burgos-Caja Rural se ponían por delante por primera vez en el encuentro, a sólo un punto de su rival 19-20.
Los últimos segundos del partido fueron de infarto, con el fantasma de un posible drop rondando ambos banquillos. Finalmente, el silbato de Atorrasagasti puso el punto y final y Recoletas Burgos-Caja Rural se convirtió por primera vez en su historia, en campeón de la Copa de S.M. El Rey.
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