La campaña 'La salud visual en las distintas etapas de la vida', del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, se detiene este mes en la importancia de detectar cuanto antes cualquier defecto visual de los menores y recomienda controles a los 6 meses, 3 años y antes de incorporarse por primera vez a las aulas.
El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) difunde la segunda entrega de su campaña La Salud Visual en las distintas etapas de la vida, dedicada en esta ocasión a los consejos y los cuidados necesarios de la visión de los niños en edad preescolar.
Antes de la entrada de los menores a la escuela, debemos estar muy atentos a las señales de advertencia que pueden significar que existe un problema ocular. Entre los 3 y los 6 años, el niño estará perfeccionando su visión y las habilidades visuales que desarrolló durante los primeros años de vida, por lo que la realización de un examen visual completo antes de que se incorpore a las aulas permitirá tener tiempo suficiente para detectar cualquier anomalía visual que pueda interferir en su rendimiento escolar.
En esta etapa, tal y como indica Ana Belén Cisneros, vicedecana de COOCYL, "se recomienda acudir al óptico-optometrista a los 6 meses, a los 3 años y justo antes de entrar al colegio, incluso si la visión del niño aparentemente es buena para sus progenitores".
Existen pruebas optométricas que se pueden usar en bebés y en niños en edad preescolar que todavía no saben leer y que permiten valorar si presenta alguna ametropía (miopía, hipermetropía, y/o astigmatismo) y una buena visión binocular (descartando ambliopía o estrabismo) o evaluar su visión cromática, motilidad ocular, etc. "En el caso de confirmar cualquier defecto refractivo, el óptico-optometrista prescribirá la mejor solución óptica para el niño o remitirá a otro especialista si fuese necesario", añade Cisneros.