En el año 2020 las Comunidades de Castilla y León, Asturias y Cantabria pusieron en marcha un plan de estudio que siguiera de cerca la evolución poblacional del oso pardo para tratar de recuperar esta especie en peligro de extinción
Los numerosos nacimientos de nuevos ejemplares han puesto en valor la eficiencia del programa, del que el Consejero de Medioambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones ha resaltado la colaboración entre los tres territorios y el "corredor" del oso pardo que se ha creado en el norte.
No obstante, Quiñones ha señalado que este aumento de la población en los osos conlleva de forma inherente que bajen hasta las zonas rurales en busca de alimento, por lo que desde la Junta ponen en marcha programas de formación e información a los municipios sobre cómo actuar ante el avistamiento de un oso pardo.
De igual forma, se ha diseñado un novedoso modelo de contenedor de antirrobo para evitar que los animales rebusquen entre la basura.
En 2023, la estima poblacional de oso pardo realizada daba un resultado estimado de 370 osos en la Cordillera Cantábrica, donde se constataba el incremento de la población de osos en la zona este de la cordillera.
La magnitud de los trabajos de campo han abarcado un terreno total de 16.700 km2 muestreados y 7.606 km recorridos.