PROVINCIA

Castrovido (Burgos): fuga de agua y de millones

embalse de Castrovido
Foto: CHD

La existencia de sumideros dificultan el llenado haciendo que se haya gastado casi 3,8 millones extra, que se suman a los más de 250 millones, para corregir los desperfectos

Javier Ayuso Santamaría - eldiario.es
24/03/2025 - 11:18h.

El escultor Eduardo Chillida encontró en un viejo molino cercano a Castrillo de la Reina (Burgos), en un paraje conocido en la zona como Los Vados, un espacio recogido envuelto de naturaleza profunda. En plena Sierra de la Demanda, el donostiarra encontró un espacio para retirarse y reinventarse. Del molino de 'El Colgao' nada queda ya, la propiedad de la familia, comprada por el artista en los años 70, fue sepultada por el agua del embalse de Castrovido. El Arlanza tapó el sueño de Chillida a pesar de la oposición de la familia, vecinos de la zona y asociaciones ecologistas. Las obras empezaron en 2004 y todavía sigue sin haber una fecha para que la infraestructura esté operativa al 100%, aunque la obra civil como tal haya terminado en 2020.

Desde 2022 se está trabajando para encontrar sumideros que hacen que se tenga que estar deteniendo el llenado de la presa. Según confirma la Confederación Hidrográfica del Duero a elDiario.es hasta ahora se han invertido 3.798.383,66 euros en las obras de emergencia.

El organismo ha explicado que durante el proceso de llenado de la presa el personal técnico de CHD se dio cuenta de la existencia de un sumidero en el vaso del embalse, en el arroyo Vaquerizas. "En vista de este hallazgo se detuvo el llenado y se procedió al inicio de las obras necesarias en el vaso del embalse de Castrovido para garantizar su seguridad", señalan las mismas fuentes.

Sobre el terreno se ha realizado una "importante labor de sellado del terreno", con el objetivo de conformar un estrato impermeable que permita reducir las filtraciones hasta valores asimilables, como remarca la CHD. Con ello lo que se ha conseguido es "un salto muy importante en la seguridad de la presa y del embalse", apuntan.

Las obras contratadas en el año 2022 ya han concluido, pero la última desdicha del embalse son nuevos sumideros; otra vez. La CHD confirma este nuevo percance y afirma que "la magnitud de la zona a tratar ha implicado que las tareas de sellado deban continuar hasta alcanzar una cota que permita volver a iniciar el proceso de llenado hasta un cierto nivel".

El inicio de las actuaciones no están claro, la CHD asegura que será en "corto plazo". Eso sí, reconocen que las operaciones de puesta en carga del embalse podrían reanudarse en el año hidrológico del 2025-2026, que dura entre 1 de octubre hasta el 30 de septiembre del año siguiente. En el caso de Castrovido, este embalse está destinado a almacenamiento, ya que en su construcción no se estimó la generación de energía hidráulica.

A pesar de no estar al 100%, desde la CHD defiende que Castrovido ya ha contribuido a "mitigar daños de algunas crecidas, protegiendo así a las poblaciones ubicadas aguas abajo de la cuenca del Arlanza". Precisamente, frenar posibles riadas es otro de los objetivos con lo que se diseñó la obra. "Esta función de la presa principal ya es una realidad, y lo seguirá siendo, aunque el embalse no pueda llenarse todavía", apostillan desde la CHD.

La magnitud de los caudales desaguados de los "desagües de fondo", como los define el organismo de regulación de cuenca, y por las tomas es "considerablemente inferior a los caudales de entrada al embalse en los diferentes episodios de avenidas que han existido desde 2020".

Un embalse ideado a principios de siglo XX y 21 años en obras

El embalse de Castrovido, situado en la CL-117 entre Palacios de la Sierra y Castrillo de la Reina (Burgos), nació con el propósito de regular las crecidas del río Arlanza y servir de reserva hídrica para la agricultura. El embalse, proyectado originalmente en la dictadura de Primo de Rivera, fue aprobado en 2000 y comenzó a construirse en 2004. Inicialmente, se estimaba que estaría listo en 2007, pero las obras se alargaron hasta 2020.

Durante su desarrollo, sufrió numerosas modificaciones y sobrecostes: de un presupuesto inicial de 75 millones de euros se elevó a más de 250 millones. En 2010 se aprobó una inversión extra de 95 millones para reforzar su cimentación y los sobrecostes siguen subiendo con al menos estos casi 3,8 millones de euros y los que todavía quedarán para acabar de cerrar los trabajos.

Desde su origen, el proyecto ha estado rodeado de polémica. Los vecinos, especialmente en Palacios de la Sierra, se opusieron con firmeza desde los años 90, argumentando su impacto ambiental y económico. Organizados en la plataforma 'Salvemos el Arlanza', protestaron en distintos foros, incluso ante el Ministerio de Medio Ambiente. Ecologistas y científicos también cuestionaron la obra, advirtiendo que el embalse destruiría uno de los últimos tramos fluviales vírgenes de Burgos. Según esos informes de expertos científicos, la presa respondió más a intereses políticos y económicos que a necesidades reales del territorio.

El proyecto también estuvo marcado por una tragedia. En 2011, cuatro trabajadores murieron y dos resultaron heridos de gravedad al desplomarse una tolva de hormigón. En 2019, la justicia absolvió a los responsables, al considerar que el siniestro se debió a la rotura estructural de la maquinaria. La empresa responsable de la construcción paralizó las obras tras el accidente hasta que en 2013 se autorizó su reanudación y tuvo que pagar. Por su parte, la Inspección de Trabajo multó a la compañía adjudicataria con 163.956 euros al entender que incurrió en una infracción muy grave al haber medidas de prevención deficientes.

La fuga se descubrió en 2021

La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) informó que la fuga se descubrió en 2021, en la primera fase del llenado, cuando se inspeccionaban las zonas que quedarían sumergidas. Este hallazgo detuvo la segunda fase, la más importante en términos de almacenamiento. Además, la sequía de 2021-2022, con la cuenca del Duero al 30% de su capacidad, dificultó aún más el proceso para encontrar sumideros.

Expertos en Obra Civil consultados por este medio señalaron que este tipo de fugas pueden ser habituales, ya que la presión del agua y la composición del suelo pueden generar escapes naturales. Sin embargo, es llamativo que el sumidero no se detectara antes.

Además, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a través de la Dirección General del Agua, publicó en enero la licitación de las obras de construcción de las depuradoras de aguas residuales (EDARs) de los núcleos urbanos del entorno de la presa de Castrovido en el río Arlanza (Burgos), con un presupuesto total de 7.294.141,95 euros. Se estima un plazo total de ejecución de las obras de treinta meses, entre la ejecución y posterior puesta en marcha de las EDARs.

Con el año hidrológico del 2025-2026 como periodo para empezar el llenado, Castrovido, como mínimo, no podrá estar plenamente operativo hasta 2027, siempre y cuando no sigan apareciendo nuevas desdichas que impidan el remate final de las obras del embalse.

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