Triunfo de fe y garra en un partido marcado por la lluvia pero sobre todo por la imagen de un equipo burgalés que mostró mucha actitud y solidaridad sobre el césped. Marcelo Expósito, Fer Niño e Iñigo Córdoba fueron los autores de los goles
El Burgos CF está de dulce. Cuarta victoria consecutiva ante el Almería en un partido atascado por momentos y en el que los de Ramis sufrieron mucho en las acciones por alto. Pronto llegaron las buenas noticias con el tanto de Marcelo Expósito a los 9 minutos, pero en un gran contragolpe, Melero neutralizaba el choque antes del descanso. En la segunda mitad, parecía que el Almería estaba más cerca del gol, pero en un chispazo el conjunto blanquinegro sacó petróleo y Fer Niño ponía de nuevo por delante a su equipo. A partir de ese momento, el equipo castellano tiró de oficio para mantener el resultado y sentenciar al contragolpe con un gran David González que le robó el balón al portero Maximiano y regaló el gol a Iñigo Cordoba. En resumen, gran partido del Burgos, que más allá de la victoria, se vio a un equipo intenso y con mucha actitud.
El partido comenzó con un Burgos CF dominador, sin complejos y con la moral alta, saliendo desde campo propio con personalidad y tocando con mucho criterio ante un gran rival. Y es que ese buen juego dio frutos muy pronto, a los 9 minutos, en un buen desmarque de Marcelo Expósito que consiguió culminar con un disparo raso entre las piernas del guardameta Maximiano.
El 1-0 dio aun más alas a un Burgos CF que creía en su juego y sobre todo en una gran defensa que en estas ultimas jornadas ha ganado en contundencia.
El Almería no parecía inquietar la portería de Cantero, pero si por algo destaca es por su gran pegada de cara a puerta y fue en el 29', en un gran contragolpe que inició Melamed y acabó Melero con maestría y sangre fría al fondo de la red.
Fue un gol que dejó algo tocado el cuadro burgalés, que pretendía llegar al descanso con ventaja en el marcador y que vio truncado sus planes ante un conjunto almeriense que crecía en lo anímico y se veía mejor sobre el césped.
Con tablas en el marcador se llegó al intermedio en El Plantío, para dos equipos que hicieron pocos méritos para marcar e ir por delante.
La segunda mitad comenzó un Almería más protagonista, consciente de que su punto fuerte asaba por las acciones a balón parado y por alto. Marc Pubill tuvo a los 52 minutos una clara oportunidad con un remate bombeado desde la frontal en la que Cantero sacó una mano providencial; y poco después un nuevo contragolpe dejaba a Luis Suarez en posición de remate, obligando al portero burgalés a esmerarse bajo palos.
Por su parte, el Burgos CF estuvo más perdido, sin una idea clara y con poca precisión en zona de ataque. Aun así y pese a todo, la imagen del equipo no era mala, mostrando mucha intensidad en los duelos y muy solidario en defensa.
El Almería parecía más cerca del gol, pero a los 68 minutos, en una de las pocas llegadas de la segunda parte, un tiro libre ensayado terminó en botas de Fer Niño, que consiguió empalmar el balón con mucha calidad y anotar el 2-1 para su equipo.
Con el 2-1, era el momento de aguantar el resultado y el Burgos CF supo estar contundente en defensa y salir al contragolpe con mucho peligro. La entrada de David González dio alas al equipo burgalés y en una jugada aislada tuvo la fe necesaria para presionar al guardameta Maximiano y robarle el balón para cedérselo a Iñigo Córdoba y sentenciar prácticamente el encuentro a los 85 minutos.
Hubo posibilidad para el cuarto gol pero las fuerzas eran muy escasas y finalmente se consuma así un triunfo importantísimo para empezar a mirar a la zona media-alta de la tabla. Lo más importante, el cuarto triunfo consecutivo de un equipo burgalés que esta vez sí dio una imagen muy digna y de orgullo para el aficionado.
El próximo encuentro del Burgos será ante el Eldense, el próximo domingo a las 14:00 h desde el Nuevo Pepico Amat.
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