Visitar Toro, es descubrir un conjunto monumental que hace de la ciudad de Doña Elvira, la hija de Fernando I de León, uno de los conjuntos artísticos más impresionantes de Castilla y León.
Son muchos los bienes culturales municipales que podemos admirar si acudimos a esta localidad zamorana. El elemento insignia e identificador de la ciudad de Toro es su verraco de época vaccea. Testigo de la importancia histórica de la localidad es su muralla, la de Corredera, la de Santa Catalina y el Arco del Postigo, con un maravilloso relieve renacentista de la Anunciación.
Desde la Oficina de Turismo, se ofrece una opción de conocer los lugares más significativos de esta localidad: Monumentalia, es un recorrido por el legado patrimonial público de la ciudad de Toro, una localidad llena de historia y de arte. Esta ruta te lleva por aquellos espacios históricos y monumentales que hoy siguen siendo de utilidad para todos y que ejemplifican a la perfección la riqueza artística de la ciudad de Toro.
Estos son algunos de ellos:
Además si no quieres únicamente visitar los monumentos de Toro, la localidad es conocida también por su cultura enológica. Desde siempre, gran parte de los habitantes de la localidad se han dedicado históricamente al cultivo de la vid y a la elaboración y comercialización del vino.
Es por eso por lo que Toro cuenta con una amplia variedad de bodegas por todas sus calles. Las bodegas están excavadas bajo las edificaciones de las que forman parte. En 2005, tras una centuria de abandono, el Instituto Español de Patrimonio puso en marcha un proyecto de conservación de las bodegas tradicionales de Toro y Tierra del Vino.
Se eligieron cinco bodegas: las del Ayuntamiento, palacio de los Condes de Requena, palacio de Valparaíso, Cámara Agraria y antiguo Hospital, todas ellas de titularidad pública. Aparte hay muchas de titularidad privada de las que se está haciendo un inventario que puede alcanzar hasta las 300 bodegas.
Durante el mes de octubre, en torno a la festividad de la Virgen del Pilar se celebra esta fiesta en honor al vino. Es un símbolo de la recuperación de los festejos tradicionales de esa comarca. Durante unos días la ciudad y sus habitantes retroceden en el tiempo. Todo se ve con ojos del pasado, la ciudad se transofrma y en los establecimientos, calles, plazas, parques y ciudadanos, todo tiene color y sabor a antiguo.
El acto central de la fiesta de la Vendimia, y de alguna manera en el que se resumen todas las tradiciones es el Desfile de Carros Tradicionales. Son carros antiguos, tirados por animales, cargados de cestos llenos de uvas. El acompañamiento, ataviados con antiguos trajes de vendimia, portan cestas repletas de alimentos típicos de vendimia.
Otras actividades importantes son: el mercado medieval que cuenta con cerca de doscientos puestos de artesanía, gastronomía etc. Asimismo se llevan celebrando varios años en la Plaza de Toros un torneo de Justas Medievales que atraen a numeroso público, certámenes de pintura, literario y de dibujo, concursos, catas dirigidas, flamenco, espectáculos musicales, teatrales, deportivos y jornadas gastronómicas.
En reconocimiento a toda la tradición y el empeño de los toresanos, fue declarada de Fiesta de Interés Turístico Regional por la Junta de Castilla y León en el año 2003.