El Museo de la Evolución Humana (MEH) constituye la pieza central del Complejo de la Evolución Humana. Arquitectónicamente, el museo ha recibido más de 40 premios nacionales e internacionales
El MEH da cabida a los hallazgos de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, con el objetivo de aclarar el misterio de los orígenes del hombre y su evolución. Lugar de exhibición y centro divulgativo, integra también, junto a las disciplinas científicas que intervienen, diversas interpretaciones y teorías científicas, a fin de ofrecer una visión global de la presencia humana en la tierra y situar a dichos yacimientos en las nuevas teorías sobre la evolución humana.
Muestra más de 200 fósiles originales, entre los que destacan los restos del Homo Antecessor (los más antiguos de Europa), el cráneo de Miguelón o la pelvis Elvis, ambos pertenecientes a la especie Homo Heildelbergensis, el bifaz Excalibur y restos animales como panteras o hipopótamos. Un sinfín de respuestas que invitarán a conocer la sierra de Atapuerca. Una puerta abierta al conocimiento de la evolución humana.
Diseñado por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg. En el solar sobre el que se edificó estuvo en siglos pasados el desaparecido convento de San Pablo de Burgos, de la orden de los dominicos.
Forma parte de la red de museos regionales de Castilla y León, junto con los museos de la siderurgia y la minería de Sabero (León), de arte contemporáneo de León y etnográfico de Zamora.
Desde su inauguración el 13 de julio de 2010, y hasta el día 8 de julio de 2011, el museo recibió un total de 279 000 visitantes, convirtiéndose así en el museo más visitado de Castilla y León, y acercándose al décimo museo más visitado de España.
Constituye la pieza central del Complejo de la Evolución Humana. Arquitectónicamente, el museo ha recibido más de 40 premios nacionales e internacionales
El Museo fue integrado en la declaración de los yacimientos de Atapuerca como Patrimonio de la Humanidad en 2015, cuando se catalogaron por la UNESCO como «lugar de valor universal excepcional» y se incluyeron las infraestructuras de investigación y divulgación asociadas a los yacimientos.