El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy un gasto de 18.489.167 euros, a ejecutar en seis anualidades, a través del cual se implantarán seis unidades de convivencia residenciales y otras tres para el centro de día, además de la adjudicación del servicio hasta 2030. Esta actuación se enmarca en la transformación del sistema de cuidados de Castilla y León, que coloca al usuario de los Servicios Sociales en el eje de la toma de decisiones
El Ejecutivo autonómico ha autorizado la contratación tanto de las obras que se van a acometer en la residencia para personas mayores 'Virgen de las Viñas' de Aranda de Duero —Burgos— como para la gestión del servicio durante los próximos cinco años, con un presupuesto de licitación de 18.489.167 euros.
El centro residencial para personas mayores 'Virgen de las Viñas' de la localidad burgalesa de Aranda de Duero cuenta, en la actualidad, con 96 plazas residenciales y 48 destinadas el centro de día, más otras cinco en festivos y fines de semana.
En cuanto al servicio de gestión del centro, el importe de licitación asciende a 18.089.167 euros. Para ello, se ha calculado en función del precio de plaza por día de estancia en la unidad residencial y de plaza por estancia diaria en el centro de día de manera unitaria.
Respecto a las obras, presupuestadas en 400.000 euros, se van a implantar seis unidades de convivencia en la primera y segunda planta y tres de convivencia diurna en la planta baja. Para ello, es preciso cambiar la ubicación de algunas salas en la planta baja y, de este modo, aumentar la capacidad del centro. Además, en las dos primeras plantas, se va a ampliar la sala común y se van a crear otras dos nuevas.
La cuantía total de 18.489.167 euros comenzará a ejecutarse en 2025, ya que está previsto que tanto las obras como la prestación del servicio de gestión comiencen el 15 de marzo del próximo año. A partir de esa fecha y hasta 2030, se irán ejecutando anualmente estas cuantías: 2.965.769 euros (2025); 3.615.852 (2026); 3.615.852 (2027); 3.625.759 (2028); 3.615.852 (2029) y 1.050.083 (2030).
La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades está impulsado una gran transformación del sistema de cuidados de Castilla y León, colocando al usuario de los Servicios Sociales en el eje de la toma de decisiones: las preferencias y deseos de estos es lo primero que ha de tenerse en cuenta. Se trata de un nuevo modelo de atención centrada en la persona que abarca tanto la atención en el propio domicilio como la asistencia en las residencias. Un novedoso enfoque que va más allá del trabajo técnico y asistencial y alcanza el físico, puesto que las instalaciones también se están adaptando y convirtiendo en espacios que emulan a un hogar, para que los residentes se sientan, literalmente, en casa. El objetivo principal es abordar todas y cada una de las necesidades de una persona, es decir, también las emocionales, fomentando que los residentes continúen desarrollando las actividades cotidianas que realizaba cuando residía en su anterior domicilio y sigan plenamente integrados en la comunidad.
Aunque esta conversión del sistema es previa, la Ley de Atención Residencial, aprobada este año, ha dado impulso definitivo y ofrece el amparo legal necesario a la instalación de las denominadas unidades de convivencia, una nueva forma de distribución del espacio que convierte los centros en auténticos hogares. Una unidad de convivencia es un espacio acotado para 16 residentes que reproduce, de un modo integral, una vivienda. Cuenta con habitaciones dobles e individuales, baños adaptados y espacios compartidos: cocina y sala de estar, donde los usuarios conviven y pueden realizar sus actividades diarias.
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