Padres, alumnos y docentes de una treintena de centros educativos en Burgos han alzado la voz contra la violencia escolar en una movilización que refleja la preocupación y el compromiso de la comunidad educativa.
Padres, alumnos y profesores de al menos una treintena de centros educativos en Burgos se han movilizado para clamar contra la violencia escolar. Esta acción surge como un acto de solidaridad y reivindicación tras la agresión física sufrida por una profesora del C.E.I.P Padre Manjón a manos de una madre el pasado miércoles.
"La violencia no tiene silla, ni pupitre, ni espacio en los centros educativos, y mantenerla fuera es labor de todos; es responsabilidad y compromiso", expresaron en un comunicado emitido por la comunidad educativa. Un mensaje que pone de relieve el rechazo a cualquier tipo de violencia dentro de los espacios escolares.
En la concentración, celebrada en distintos colegios de la provincia, se exhibieron pancartas y se leyeron manifiestos que recalcan la importancia de una educación basada en el respeto y la convivencia. Durante estos actos, el profesorado estuvo acompañado por personal del ámbito educativo, como inspectores, miembros de la Junta de Personal Docente y el director provincial de Educación, José Antonio Antón.
"Todos los docentes han querido leer un manifiesto que habla de los valores, de la convivencia en los centros, del potencial de la armonía en las escuelas, de ir en contra de cualquier manifestación violenta y, sobre todo, de que un centro educativo es todo lo contrario a lo que puede representar una agresión o una muestra de intolerancia y falta de respeto", afirmó José Antonio Antón durante la tertulia del lunes en Radio Arlanzón.
Las movilizaciones en Burgos reflejan un sentir generalizado en el sector educativo: la violencia escolar es un problema que afecta a toda la sociedad y su erradicación requiere el esfuerzo conjunto de familias, docentes, alumnos y administraciones públicas.