Una investigación de la UPM, recogida por tendencias21, analizó la peligrosidad sísmica de Ecuador y obtuvo valores máximos en la provincia de Esmeraldas, la más afectada por el terremoto del pasado 16 de abril.
El terremoto ocurrido el pasado sábado, 16 de abril, en la provincia de Esmeraldas (Ecuador), de magnitud 7.8, viene a corroborar un hecho ya conocido: la alta peligrosidad sísmica de esa zona del Pacífico, asociada a la convergencia de placas Nazca y Sudamérica.
El autor de esta tesis doctoral es el teniente coronel Humberto Parra Cárdenas, profesor de la Universidad de Fuerzas Armadas de Ecuador. El trabajo ha sido aceptado para su publicación en la revista científica:Bulletin of European Earthquake Engineering, encontrandose en prensa en el momento actual.
Según explica la directora de la tesis, la catedrática Belén Benito, el mapa elaborado en este estudio puede tener importantes aplicaciones hacia la mitigación del riesgo sísmico en Ecuador, destacando fundamentalmente dos tipos de medidas: 1) el diseño sismorresitente de las edificaciones para resistir el movimiento esperado (reflejado en el mapa) y 2) servir de base para estudios de riesgo por sismos futuros, que permitan la elaboración de planes de emergencia.
Estas medidas de prevención y contingencia son, hoy por hoy, las más eficaces para prevenir y/o paliar el desastre ante la ocurrencia de fenómenos sísmicos, dado que éstos no se pueden evitar ni predecir a corto plazo.
El desastre, sin embargo, sí se puede evitar, o al menos reducir, mediante un diseño de la edificación que conlleve a su vez la reducción de su vulnerabilidad, una adecuada planificación urbanística y otras medidas de formación y preparación para afrontar el fenómeno.