La muestra podrá visitarse hasta el 2 de marzo de 2025 y recoge 32 lienzos de gran formato en la sala de exposiciones Beato Valentín Palencia de la Catedral de Burgos
El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, ha participado este miércoles en la inauguración de la exposición 'Pintar sin miedo, Joaquín Sorolla y la Valencia de 1900', que se podrá visitar en la remodelada sala de exposiciones Beato Valentín Palencia de la Catedral de Burgos hasta el 2 de marzo de 2025, enmarcada dentro de los actos programados con motivo de la celebración, en 2025, del 950 aniversario del traslado de la sede episcopal de Oca a la ciudad de Burgos. La inauguración de la muestra también ha contado con la participación de la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala; del presidente de la Diputación provincial, Borja Suárez; del delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Roberto Sáiz Alonso; del arzobispo de la Diócesis de Burgos, Mario Iceta; del dean de la Catedral, Félix Castro, y del presidente de la Fundación Consulado del Mar, Antonio Miguel Méndez Pozo.
Santonja ha iniciado su intervención "con un sentido recuerdo y homenaje a los afectados por la DANA de Valencia, una tragedia de la que seguimos conmocionados y que ha causado irreparables daños personales, importantes daños materiales, así como restricciones en el tráfico que incluso afectaron al correcto desarrollo de esta muestra, que ha tenido que retrasarse por no llegar a tiempo algunas de las obras que componen la exposición".
La muestra está comisariada por Pablo González Tornel, director del Museo de Bellas Artes de Valencia, y en ella han colaborado diferentes museos y entidades que han cedido sus obras, como el Museo Sorolla, el Museo Nacional del Prado, las Colecciones de Arte Banco Sabadell y del BBVA, y el propio Museo de Bellas Artes de Valencia, reuniendo 32 lienzos de gran formato. Sin lugar a duda, "un importante número de entidades de prestigio que dan idea y garantía de la calidad y excelencia de este proyecto expositivo", según ha señalado el consejero, que ha destacado "la excelencia de la cultura de Castilla y León, con gran variedad de propuestas y exposiciones de repercusión internacional, como las inauguradas recientemente en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, con la obra del artista chino Ai Weiwei 'Don Quixote' o la exposición 'Gregorio Fernández y Martínez Montañés: El arte nuevo de hacer imágenes' que alberga la Catedral de Valladolid, a la que se suma ahora la nueva exposición de Sorolla en la Catedral de Burgos y que convierten a Castilla y León en epicentro e hito de la cultura en nuestro país".
Con esta muestra, la Junta se suma a las celebraciones, en 2025, del 950 aniversario del traslado de la sede episcopal de Oca a la ciudad de Burgos. Una importante efeméride en la historia de la ciudad de Burgos, avalada por el Arzobispado y la Catedral de Burgos, junto con la Fundación Consulado del Mar, y que se convierte en un eje vertebrador de diferentes iniciativas y propuestas encaminadas a impulsar la proyección de Burgos como ciudad de referencia cultural en el ámbito nacional e internacional.
A juicio del consejero, esta muestra "debe ser, una vez más, la expresión del diálogo constante entre el arte del pasado y el del presente con el fin de dotar a ese patrimonio de fórmulas nuevas que amplíen su valor intrínseco y que aumenten su capacidad de atracción".
La exposición acerca a la obra de Sorolla y permite contemplarla dentro del periodo de esplendor que vivió la cultura española a finales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX. Una etapa donde las artes, la pintura, la novela o la música alcanzaron en España una fuerza extraordinaria como expresión de la cultura y con una amplia proyección en Europa.
Una explosión cultural que también se vio reflejada en la Valencia de 1900, que vivía un periodo excepcional de su historia y su cultura de la mano de destacadas figuras del arte, la literatura o el pensamiento como Joaquín Sorolla, Mariano Benlliure y Vicente Blasco Ibáñez.
Con el cambio de siglo, la pintura española encontró una nueva manera de expresión, abriendo las puertas a la gran renovación de las artes. En este contexto y situado en las corrientes internacionales vinculadas a la pintura realista, del natural y de carácter luminista, Joaquín Sorolla supo cultivar un estilo muy personal caracterizado por una destreza técnica excepcional y que le permitió enfrentarse con solvencia a diferentes temáticas como la pintura de historia, el retrato, la pintura costumbrista o el paisaje. De todos los artistas valencianos de ese periodo, Joaquín Sorolla fue el pintor más reconocido internacionalmente, con su participación en numerosas exposiciones celebradas en Múnich, París, Chicago, Berlín, Venecia y Viena; en la Exposición Universal de París en 1900, donde obtuvo el Grand Prix o en la Exposición Nacional de Bellas Artes en Madrid, que le concedió la medalla de honor.
La exposición que hoy se inaugura en la Catedral de Burgos, como marco patrimonial único e incomparable, ofrece diferentes lienzos de Sorolla en diálogo con otros pintores valencianos en torno a 1900. Retratos, marinas, paisajes y escenas costumbristas de la vida rural valenciana, así como la relación del pintor con la ciudad de Burgos, a través de los cuadros que realizó de la Catedral.
Sorolla supo captar la luz, la belleza y la armonía de este monumento universal, declarado Bien Patrimonio Mundial en 1984, y que ha configurado de forma rotunda la personalidad y el paisaje de Burgos con el valor y la riqueza característica del edificio más emblemático de esta ciudad.
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