Fer Niño, a pase de Curro, impone la victoria en Ipurúa y sitúa al Burgos CF con 48 puntos en la clasificación.
Victoria del Burgos CF en Ipurúa ante el Eibar, en un partido muy competido en el que el cuadro de Bolo fue todo lo contrario a lo que nos tiene acostumbrado lejos de El Plantío: un equipo unido, atrevido, valiente en ataque y muy serio en defensa. El conjunto burgalés derrochó muchísimo coraje y aguante para atascar a un Eibar poco reconocible y sin vía de escape. Y cuando parecía que el equipo burgalés se conformaba con el empate, Fer Niño marcaba con un buen chut que se colaba en el interior de la portería armera con ayuda su defensor Nolaskoain. En definitiva, triunfo balsámico que mete a los de Bolo en play-off de ascenso y que aprieta todavía más la zona de arriba en la tabla.
De inicio, el Burgos se encontró con un Eibar que presionó muy alto la salida de balón y la complicó por momentos. De esta forma, logró robar el balón en campo contrario y armar el primer acercamiento al área por medio de Aketxe, quien buscó a Stoichkov en profundidad, pero se encontró con un Caro muy atento en la salida. La respuesta blanquinegra no se hizo esperar, tan solo tres minutos después, aunque el remate de espuela de Bermejo acabó en las manos de Luca Zidane.
Los de Jon Pérez Bolo cuajaron un inicio de partido de mucho mérito, tuteando al Eibar y robándole la posesión de balón, y donde la verticalidad de Sancris por la derecha fue su mejor arma. En el 10' lanzó por la banda a Curro y este con un centro raso a la frontal del área le brindó a Matos la posibilidad de inahugurar el marcador. El remate se perdió alto, pero confirmó la tendencia en favor de los castellanos.
Poco a poco la Sociedad fue igualando la tasa de balón, algo que no peocupó a un Burgos agusto en el contraataque. El trabajo en las dos mitades del campo permitió al Burgos aguantar las arremetidas armeras sin mayores problemas e incluso buscar el tanto con dos disparos consecutivos. El primero de Edu Espiau, intentando sorprender a un Zidane adelantado. Mientras que la segunda corrió a cargo de Bermejo desde la izquierda.
A través de una estrategia, Matos volvió a amenazar la meta rival, superada la media hora de juego. Tras una batalla preciosa de 45 minutos, aunque in goles, se llegó al descanso.
Ya en la segunda mitad, el Burgos emuló su gran arranque con una intentona que ni Appin, ni Espiau lograron convertir en disparo a puerta. A diferencia del primer periodo, en frente se encontró un Eibar con más colmillo que en la primera mitad y por medio de dos centros muy peligrosos, encogió el corazón de los más de 400 blanquinegros en la grada. La aparición de Aketxe, ya desde los minutos finales de la primera mitad, dio sentido al plan de Etxeberria.
Para mantener el ritmo y no pagar el esfuerzo, Bolo puso a calentar a sus hombres reserva. Su homólogo se adelantó e introdujo el primer cambio (Sergio Leon por Bautista). La reacción del técnico blanquinegro fue dar salida a Ander Martín, justo después de que Matos finalizara alto un contragolpe de 40 metros.
Antes de que el técnico bilbaíno metiera más pólvora en ataque, Edu Espiau se quedó con la miel en los labios después de que Ander Martín pusiera un centro tenso al área pequeña. Con 20 minutos aún por disputar, Fer Niño y Dani Ojeda saltaron al verde.
Hasta que en el 82' Curro se la puso en bandeja de plata a Fer Niño con una dejada de cabeza para que el 9 la reventara al fondo de las mallas.
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